Carnaval
Después de que en el s. XVIII se aboliera la costumbre de disfrazarse y enmascararse, se recuperó el Carnaval en Oliva a finales del siglo XIX con las primeras manifestaciones populares, cubriéndose las gentes de harina, arrastrando hileras de botes, latas, cazuelas, etc.
En los últimos años, los actos más destacados se han dedicado especialmente a los más pequeños. Así encontramos el baile de disfraces y los pasacalles de los colegios, y el espectáculo infantil que organiza el departamento de Fiestas en la plaza de la Bassa.
Las fallas
Las fallas son magníficos monumentos hechos de cartón y madera que representan, cargadas de ingenio y humor, las escenas más cómicas y a la vez críticas de la sociedad valenciana. Los muñecos son la caricatura de políticos, artistas, futbolistas, presentadores de televisión…, en definitiva, de personajes populares y mediáticos que nos son presentados de forma burlesca.
Fallas infantiles y mayores son premiadas por su gracia e ingenio, por su bello y artístico colorido y por la monumentalidad de sus caricaturescas esculturas. Las falleras lucen los vestidos regionales de rica tela y colores vivos siempre rodeadas de la mejor música de bandas valencianas y de espectáculos de luces y pirotecnia conocidos en todo el territorio como mascletaes.
La noche de San José, el día 19 de marzo, después de cuatro días de fiesta, queman los monumentos en una noche mágica donde el fuego es el protagonista principal, el elemento purificador que prepara el pueblo para la llegada de la primavera. La reina del fuego de cada comisión enciende en llamas su monumento y pone el punto final a las fiestas más emblemáticas de nuestra tierra.
Semana Santa
La Semana Santa en Oliva es un hito imprescindible con la espiritualidad. La fiesta empieza el Viernes de Dolores cuando una procesión encabezada por las cofradías de la Virgen de los Dolores y la Piedad recorren el barrio del Raval en vía crucis.
El Domingo de Ramos el pueblo se llene de palmas y ya se pueden comprar las tradicionales monas de pascua, una herencia gastronómica de raíces árabes.
El Viernes Santo, de madrugada, miles de personas se concentran en la montaña de Santa Anna para asistir al Vía Crucis, reproducción del calvario de Jesucristo. La belleza del amanecer, el magnífico paisaje, las imágenes que se divisan, los cánticos y las plegarias provocan una sensación grande de emoción entre los presentes.
Al atardecer tenemos el Desenclavament, una representación lírico-teatral que se remonta en el siglo XVII, y que precede la principal procesión, la del Santo Entierro.
El Domingo de Resurrección todas las cofradías se reúnen en el paseo de Oliva acompañando a la Virgen María y a Jesucristo en el Santo Encuentro. Cuando las dos imágenes se encuentran, un montón de palomos colorean el cielo y los cofrades lanzan caramelos para festejar el gozo de la Resurrección.
Feria y Fiestas
Antiguamente en Oliva la feria era una reunión anual de mercaderes y negociantes de todo tipo que se realizaba para hacer ventas e intercambios comerciales. Las nuevas formas de intercambios económicos han hecho que desapareciera su función comercial, de este modo la parte de fiesta y diversión que lo acompañaban se ha convertido hoy en día en el principal motivo de la feria.
El Tío de la Porra da comienzo a las fiestas de Oliva. Él y su charanga, todos disfrazados, recorren las escuelas de Oliva dando la buena nueva a los niños, anunciando que se ha acabado el curso y empiezan las fiestas. Durante una semana, mercados, ferias de artesanía, de atracciones, del motor, puestos gastronómicos de las diferentes asociaciones del pueblo, espectáculos diversos para pequeños y mayores…, todos llenan las calles del pueblo para festejar el comienzo del verano.
Moros y cristianos
La tercera semana de julio, todos los años, los moros y cristianos invaden Oliva. La fiesta arranca jueves con el pregón de fiestas en la plaza del Ayuntamiento, donde el pregonero invitado proclama el inicio de las fiestas. Cada comparsa vuelve entonces en pasacalle hacia su càbila (casal) para preparar la Noche del Puchero. Ésta es la noche en la que las càbilas se abren a los forasteros y todo el mundo se puede apuntar a probar un buen plato de arroz caldoso con carne y verduras. Después de cenar, a media noche, muchos vecinos de la ciudad salen en pasacalle y sin disfrazar.
El viernes al atardecer desfilan los cristianos en una entrada cargada de luces y colores, de músicas enérgicas y rítmicas. Oliva es cristiana. Por la noche, mientras se esperan el desembarco, hay una orquesta en la playa de la Mitja Galta hasta que por fin, las tropas árabes llegan a la costa. Es la hora del desembarco. Los truenos y la batalla llenan la mañana en una lucha en la que los moros serán los vencedores. Ya por la tarde del sábado, se puede contemplar la esplendorosa entrada mora, empapada de vestidos exóticos y marchas moras.
Y finalmente, el domingo llega la reconquista. Por la tarde tenemos la entrada de los niños y a continuación, cristianos y moros se concentran ante el castillo, en el paseo, donde tiene lugar la batalla final y los cristianos reconquistan su territorio.
Podéis consultar toda la información de fiestas en:
Fiestas patronales
San Vicente
Fiestas del Santísimo Cristo de San Roque
Las fiestas del Cristo de San Roque se celebran desde el siglo XVII, cuando los moriscos fueron obligados a convertirse al cristianismo.
El pregón, con los festeros vestidos como antiguamente, anuncia la fiesta por toda la ciudad. En la capilla del Cristo, considerada como una joya del Barroco por la simbología y belleza de las pinturas que cubren su cúpula central, se celebra la novena. En la calle hay fiesta para todos y se pueden admirar los monumentos florales de las Cruces de Mayo que llenen las calles de Oliva. Encontramos decenas de Cruces de Mayo, todas diferentes y originales, por todos los barrios. La fiesta finaliza con una solemne procesión en honor al Santísimo Cristo de San Roque que recorre las calles de los antiguos barrios de Oliva, el arrabal y la villa.
Virgen del Rebollet
Todos los años los olivenses celebran la fiesta de Nuestra Señora del Rebollet, patrona de la ciudad. El traslado, la novena, la romería al castillo del Rebollet, la procesión y el canto de la aurora son la demostración de la devoción que el pueblo de Oliva siente por su patrona. La fiesta se inicia con una concurrida peregrinación desde todos los pueblos de la comarca. El punto de partida es la plaza de Santa María, donde cada cual elige una caña de donde cuelga una calabaza. La Virgen María es conducida en carreta, seguida de los fieles, por el camino que lleva a la vecina población de la Font d’En Carròs, donde se encuentra el castillo del Rebollet. Al llegar se celebra una misa en el lugar donde la patrona fue venerada durante muchos años. La misa acaba a la hora del almuerzo y entonces los festeros reparten bebida y fruta. Pura manifestación de gozo popular.
La Virgen del Rebollet es una talla románica de finales del siglo XII o principios del siglo XIII, una de las más antiguas de Valencia. La primera vez que la encontramos documentada es el 1270 cuando se le rendía culto en la iglesia de San Nicolás del Rebollet. También, según consta, ya era venerada en procesiones en tiempos de calamidades y desgracias, y en algunos peregrinajes. La devoción a la Virgen María ha sido desde entonces y hasta la actualidad.
San Francisco de Asís